Esferokinesis® para la gestación – Parte 2
En la primera parte de este artículo mencionábamos algunas de las características del trabajo corporal para la etapa de la gestación. Continuaremos aquí con la descripción de las estrategias y principios que utilizamos para incorporar las esferas al trabajo con mujeres gestantes.
En Esferokinesis®, el docente es un facilitador que propone posiciones, ejercicios y secuencias de movimiento con balones de diferente tamaño, que van desde 5 a 95 cm de diámetro, y con diferentes elementos auxiliares, dependiendo del objetivo. El trabajo se organiza en base a imágenes, que proponen el inicio del movimiento poniendo el foco en el cuerpo, para facilitar así un aprendizaje consciente.
Para las embarazadas, la realización de ejercicios específicos con la ayuda de elementos auxiliares, como bandas elásticas, pesas, cintas, cinturones, etc., es una manera de aumentar la conciencia corporal, preparar las zonas implicadas en el parto, favorecer la reorganización postural y mejorar la resistencia, la flexibilidad, la fuerza y la coordinación en todas las etapas de la gestación, y en el post-parto.
A continuación detallaremos algunos de los recursos utilizados con las mujeres gestantes, y también ejemplos de ejercicios.
RASTREO DE HUESOS
Ejercer presión hacia los huesos a través del contacto con el balón, permite aumentar la propiocepción y regular el tono de la zona explorada.
De pie, con una pelota de 20 cm ubicada entre la pared y la columna vertebral, realizar un rastreo de la columna y del cráneo presionando y haciendo rodar el balón hacia arriba y hacia abajo. Este ejercicio permite percibir las modificaciones de las curvas de la columna facilita la reorganización de las dinámicas posturales, y ayuda a aliviar tensiones y dolores. El mismo ejercicio se puede hacer en dúos: una masajea la columna de la compañera, y viceversa.
Sentado sobre una pelota de 20 cm, rastrear la cintura pélvica, haciendo rodar la pelota del pubis al isquion, al coxis, para volver al pubis. Rastrear también el sacro y los iliacos. Esta secuencia permite registrar y localizar los huesos que componen la pelvis y el estrecho inferior (lugar de pasaje del bebé en el nacimiento por vía vaginal), facilitar la movilidad pélvica, aliviar tensiones y/o dolores, y sumar recursos para el trabajo de parto.
AMASADO MUSCULAR
El amasado de los músculos, y diferenciar a éstos de los huesos, libera el movimiento de las fascias, regula el tono e incrementa la vitalidad y la circulación sanguínea en los mismos.
Sentada sobre una pelota de 20, o de 45 cm, amasar los músculos del suelo pélvico, realizando pequeños vaivenes de isquion a isquion y de coxis a pubis. Con estos ejercicios se aumenta el registro de los músculos del suelo pélvico, facilitando y preparando el trabajo de fortalecimiento, flexibilidad y relajación consciente necesarios para el parto.
PESO Y VOLUMEN DE LOS ÓRGANOS INTERNOS
Enfocar la conciencia en el volumen de los órganos internos a través de vibraciones y vaivenes sobre la superficie blanda de los balones enseña a entregar el peso, brindando recursos para regular los niveles de estrés, y lograr un equilibrio entre el descanso y la actividad. Además, durante la última etapa del embarazo, cuando las vísceras están más comprimidas, este masaje facilita el funcionamiento de los distintos órganos.
En la tercera parte de este artículo elaboraremos más principios de trabajo.
Este artículo es un fragmento de una nota de María Laura Freile y Silvia Mamana, publicada en la edición de diciembre de 2014 de la Revista Kiné
En las fotos: María Laura Freile, Cinthia Chemi, y alumnas de Karine Aguirre Morales, representante del CIEC en Perú